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lunes, 25 de mayo de 2009

Potencias alteradas: Prueba nuclear de Corea del Norte desata tensión mundial. Se reúne la ONU



Eclesiastés 3:8 declara que hay, “tiempo de amar y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz” En un mundo dominado por el pecado, el odio y la maldad (Romanos 3:10-18), la guerra es inevitable. Algunas guerras son más “justas” que otras, pero todas las guerras son a última instancia el resultado del pecado. Los cristianos no deben desear la guerra, pero tampoco deben oponerse al gobierno que Dios colocó en autoridad sobre ellos (Romanos 13:10-18; 1 Pedro 2:17). La cosa más importante que podemos hacer en un tiempos de guerra es orar por la buena sabiduría de nuestros líderes, orar por la seguridad de nuestros ejércitos, orar por una rápida solución al conflicto y orar por un mínimo de muertes – de ambos lados del conflicto (Filipenses 4:6-7).

EEUU pide "respuesta internacional"
Corea del Norte volvió a calentar el tablero mundial con un nuevo ensayo nuclear que generó la reacción inmediata de EEUU y de las potencias, quienes convocaron de urgencia una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para este lunes. Siguiendo la misma pauta que durante el ensayo de 2006, el régimen de Pyongyang primero "advirtió" con el lanzamiento de un cohete de larga distancia, y el domingo a la noche (cuando nadie lo esperaba) realizó un segundo ensayo nuclear que desató una conmoción a nivel mundial y una escalada del conflicto que ya impacta en los mercados mundiales.

Informe

IAR Noticias/
Agencias



Imagen de archivo de la prueba del misil balístico lanzado el pasado 5 de abril

Este lunes Corea del Norte anunció el "éxito" de su segunda prueba nuclear subterránea a menos de tres años de la primera y después de realizar a principios de abril el lanzamiento de un cohete que fue condenado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

La pauta seguida es similar a la de 2006, aunque esta vez el desarrollo de los acontecimientos ha sido más rápido y el momento elegido más sorpresivo, según la agencia Associated Press.

Corea del Norte concretó la segunda prueba nuclear del país, más potente y con un mayor dominio de la tecnología que en la primera ocasión, en octubre de 2006, señaló la agencia oficial de Pyongyang KCNA, calificando el test de "éxito rotundo".

La potencia del artefacto nuclear que detonó Pyongyang era de cerca de 20 kilotones, según fuentes del Ministerio de Defensa de Rusia, mientras que el ensayo de 2006, también en base a esas fuentes, fue de entre 10 y 15 kilotones (similar a la bomba de Hiroshima).

Según la Agencia de Noticias Central de Corea (KCNA, en inglés), la prueba de este lunes implica "un mayor nivel de potencia explosiva y de dominio de la tecnología propia".

"Nuestra República ha concluido con éxito una nueva prueba nuclear subterránea como parte de las medidas para fortalecer nuestro poder nuclear defensivo de la manera que han indicado nuestros científicos y técnicos", señala el texto de la agencia.

Autoridades de Corea del Sur han detectado un "terremoto artificial" en el Norte poco antes de las 10 horas locales (3 de la madrugada del domingo al lunes, hora en España). El Servicio Geológico estadounidense también registró un temblor de magnitud 4,7 al noreste del país comunista, cerca de la ciudad de Kilju, donde se llevó a cabo la prueba de 2006. En aquella oportunidad, el temblor producido por el test disparó los sismógrafos hasta el grado 3,6 en la escala Richter.

Tras la prueba el régimen de Pyongyang lanzó también un misil de corto alcance, según fuentes diplomáticas surcoreanas citadas por la agencia local Yonhap.



El líder norcoreano, Kim Jong-il (D) visita el lugar de construcción de la planta eléctrica Heechon en un lugar no revelado de Corea del Norte.(Foto Reuters) .

Corea del Norte advirtió este lunes que está dispuesta a efectuar nuevos ensayos nucleares "si Estados Unidos y sus aliados continúan con su política de intimidación" contra Pyongyang, según declararon fuentes de la Embajada norcoreana en Moscú a la agencia rusa de noticias Itar-Tass.

Corea del Norte ya se granjeó duras advertencias y sanciones de las potencias del llamado "club nuclear" tras la primera prueba, y venía amenazando con realizar un segundo test para responder a la condena que hizo el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas luego de un intento fallido por parte de Pyongyang de lanzar un misil de largo alcance el pasado 5 de abril.

El ensayo de este lunes rebalsó el vaso y puso a EEUU y las potencias en un estado de conmoción que se trasunta en los comentarios y titulares de la prensa internacional.

Según informó el embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkyn, citado por la agencia de noticias Itar-Tass, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas celebrará una reunión de urgencia este lunes para tratar sobre el ensayo nuclear realizado la pasada madrugada por Corea del Norte.

"Japón ha hecho una solicitud al presidente del Consejo de Seguridad para que hoy se celebre una reunión sobre Corea del Norte", informaron a Reuters fuentes diplomáticas rusas. Rusia ejerce en estos momentos la Presidencia rotativa del Consejo.

Por su parte, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, expresó este lunes la preocupación de su Gobierno por el ensayo nuclear, según la agencia Interfax. "Estamos preocupados por los informes sobre la explosión, por parte de Corea del Norte, de un artefacto nuclear", declaró el ministro ante un grupo de reporteros en Beirut.



Norcoreanos observan por televisión el derrumbe de una torre de enfriamiento de una planta nuclear, una medida simbólica para mostrar el compromiso del gobierno con un acuerdo de desarme, en junio de 2008.


El presidente de EEUU, Barack Obama, condenó la segunda prueba nuclear realizada en la madrugada del lunes por el régimen de Pyongyang, a la que califica como una "amenaza para la paz", y solicita que la comunidad internacional "tome medidas urgentes".

"Estas acciones, aunque no suponen una sorpresa dado las declaraciones y acciones hasta la fecha por parte de Pyongyang son motivo de grave preocupación para todos los países," dijo Obama.

"Los intentos de Corea del Norte para desarrollar armas nucleares y su programa de misiles balísticos plantean una amenaza para la paz y la seguridad internacionales", añadió.

El primer ministro británico, Gordon Brown, calificó a la prueba de "equivocada, insensata y un peligro para el mundo". "La comunidad internacional reconocerá como socio a Corea del Norte si este país se comporta de forma responsable. De lo contrario, sólo puede esperar un nuevo aislamiento", afirmó el premier británico.

Por su parte, el jefe de la diplomacia de la UE, Javier Solana, condenó el nuevo ensayo a que consideró "una flagrante violación" de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que se reúne de urgencia esta tarde.

Para Solana, esta nueva prueba nuclear -la segunda que realiza ese país desde octubre de 2006-, "amenaza aún más la paz en la región y la seguridad en el noreste de Asia", después del lanzamiento de misiles de largo alcance el pasado mes de abril, recordó.

Francia, por su parte, condenó este lunes "firmemente" el ensayo nuclear realizado por Corea del Norte, a quien pidió abstenerse de cualquier "nueva provocación", aplicar sin demora la resolución 1718 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y retomar las discusiones en el seno del diálogo a seis bandas encaminado al desmantelamiento "completo, irreversible y verificable" de su programa nuclear.

En un comunicado, el portavoz del Ministerio francés de Asuntos Exteriores, Eric Chevallier, señala que Francia se concertará en las próximas horas con sus socios del Consejo de Seguridad y de la región sobre las consecuencias que hay que sacar de este "grave acto" de Corea del Norte y "en particular sobre el refuerzo de las sanciones".

El presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, convocó a su gabinete a una reunión de emergencia y el ministerio de Defensa ha reunido a su gabinete de seguridad. "Las autoridades de la inteligencia surcoreana y estadounidense están analizando y monitorizando la situación", señaló un portavoz de la Casa Azul, la oficina presidencial en Seúl.

Asimismo, un portavoz del ministerio de exteriores japonés afirmó que su país responderá a la provocación en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, mientras que el gobierno de EEUU ya comenzó las consultas para preparar su respuesta a la "nueva provocación de Pyongyang".

Cinco días después de la primera prueba nuclear norcoreana, el 9 de octubre de 2006, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 1718, que insta a Pyongyang a abandonar las pruebas de armas nucleares y de misiles balísticos, así como el desarrollo de ese tipo de armamento.

Ese texto le supuso entonces a Corea del Norte sanciones comerciales para impedirle tener acceso a tecnologías relacionadas con ese tipo de armas.

En 2006 Corea del Norte criticó vehementemente la decisión del Consejo de Seguridad y a principios de octubre, una semana antes de la prueba, anunció que estaba preparando la explosión subterránea, tras haberse retirado del Tratado de No Proliferación Nuclear en 2003.

Tras la llegada al poder de Kim Jong-il en 1994, Corea del Norte orientó la economía del país hacia la industria bélica, aumentando su arsenal, incrementando el alcance y tecnología de sus misiles y poniendo en marcha un programa nuclear convertido en moneda de cambio en las negociaciones con EEUU, Japón y Corea del Sur.

Pyongyang renunció a las conversaciones a seis bandas, en la que participaba junto a China, Rusia, Corea del Sur, China y Japón, que han sido incapaces de alcanzar compromisos en desarme tras cuatro años de tira y afloja.

A pesar de que la tecnología utilizada por Pyongyang en la mayoría de los casos no supera los estándares de los años de la Guerra Fría, su arsenal dobla al de Corea del Sur en aspectos como artillería, tanques o vehículos de transporte de tropas.

Desde la crisis desatada por el experimento nuclear norcoreano, en septiembre de 2006, Washington aumentó las presiones y consiguió que la ONU aplicara duras sanciones económicas contra Pyongyang.

Finalmente el gobierno de Kim Jong-Il accedió en 2007 a negociar el desmantelamiento de sus usinas nucleares a cambio del levantamiento de las sanciones y resarcimiento económico, lo que fue aceptado por EEUU.

Corea del Norte cerró el principal reactor nuclear, Yongbyon, en julio de 2008 para satisfacer los términos de su acuerdo con China, Estados Unidos, Japón, Rusia y Corea del Sur.

En junio de 2008, el país suministró una relación de sus actividades nucleares (seis meses tarde) y demolió la torre de congelamiento en la planta Yongbyon.

Pero en protesta por no ser sacado de la lista estadounidense de terroristas, Corea del Norte decidió en septiembre de 2008 reactivar las instalaciones y prohibió el subsecuente acceso a los inspectores de Naciones Unidas.

Las negociaciones para la "desnuclearización" norcoreana finalmente fracasaron debido a que el régimen de Pyongyang se niega a revelar sus programas y número de armas, en tanto que EEUU busca obtener la información completa no sólo sobre el número de dispositivos, sino también respecto al lugar de su producción y almacenamiento.

En primer lugar, hay que aclarar que el programa nuclear de Irán o las ojivas en manos de Corea del Norte, no preocupan a EEUU por su capacidad masiva de destrucción sino por el nivel de "crisis nuclear" que puede desatar a escala planetaria.

Irán y Corea del Norte, a diferencia de la antigua disputa de las potencias en la "guerra fría" (EEUU, URSS, China) por la posibilidad de descargar un primer golpe (first strike) contra el enemigo, recrean el peligro de un estallido nuclear "fuera de control" que podría alcanzar a cualquier ciudad europea, estadounidense o israelí.

En julio de 2006, Pyonyang lanzó siete misiles de prueba, incluyendo el Taepodong-2, que según los analistas, podría hipotéticamente alcanzar la costa oeste de EEUU.

La CIA estadounidense afirma que un segundo programa de enriquecimiento de uranio -que Pyongyang niega- podría producir "dos o más" bombas cada año.