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lunes, 9 de noviembre de 2009

Poniendo el enemigo afuera

También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos”
2 Timoteo 3: 1-2






Despierten, Venezuela. Este pais no tiene porque estar en guerra con sus hermanos por un capricho de una persona, es hora de decir no ala guerra, ni a hombres amadores de si mismo, no se debe aceptar esto en Latinoamerica. Debemos respeter las autoridades como cristiano, pero no arrodillarnos a Marte dios de la guerra ni a ningun principado que este influenciando autoridad alguna. Este tipo de lideres historicamente han arruinado paises. Acuerdense que Dios tiene el ojo puesto en Venezuela y llegara la hora de rendir cuenta, bendiciones.





Chávez: Si quieres tapar la crisis económica, prepárate para la guerra

Chávez tiene dos problemas centrales a resolver: La creciente crisis económica venezolana y las elecciones parlamentarias en el 2010. Estos dos problemas, a su vez, alimentan la estrategia comunicacional del presidente venezolano que acaba de instar a su país a "prepararse para la guerra". En este escenario, de dos problemas y la búsqueda de una solución, el "clima de guerra" no deja de ser un recurso oportuno para desviar la atención de la crisis económica y centrar la atención en un hipotético conflicto con Colombia que avive los sentimientos nacionalistas y "victimice" a Chávez y a su gobierno. En otras palabras, cortina de humo, un buen recurso para tapar la crisis económica con el miedo a un peligro mayor: La guerra militar.

Informe
IAR Noticias




Según Karl Von Clausewitz, la guerra es "la continuación de la política por otros medios"; según Chávez, la guerra es la continuación de la crisis económica por otras vías. Y según Hiram Johnson, "la primera víctima de una guerra es la verdad".

Históricamente las guerras se han lanzado por dos motivos principales: Conquistar países y mercados, o desviar la atención de conflictos internos. Una declaración bélica puede ser disuasiva (con escalada y sin ataque) o efectiva (con operaciones militares ofensivas). Chávez, hasta ahora, se siente más cómodo con la disuasión: Una buena amenaza es mejor que un buen ataque.

En su ya característico tono de catástrofe (disuasiva), el presidente venezolano llamó el domingo a los mandos militares de su país a estar listos "para la guerra" y preparar al pueblo para "defender la patria" ante una eventual agresión, en un momento de gran tensión con Colombia producto del acuerdo militar de Bogotá con Washington.

"No perdamos un día en nuestra principal misión: prepararnos para la guerra y ayudar al pueblo a prepararse para la guerra, porque es responsabilidad de todos", arengó Chávez en su programa semanal de radio y TV Aló Presidente.

Chávez utiliza como argumento principal la "militarización de Colombia" y la firma de un acuerdo entre Washington y Bogotá, que otorga a EEUU el derecho a usar las siete bases militares en Colombia, que apuntan directamente a Venezuela.

El presidente venezolano afirma desde hace meses que ese convenio es una amenaza directa para su país y que pone en peligro a toda la región. No es la primera vez que habla de la posibilidad de una "guerra" en Sudamérica debido a este acuerdo.

"Señor comandante de la guarnición militar, batallones de milicia, vamos a adiestrarnos. Estudiantes revolucionarios, trabajadores, mujeres: todos listos para defender esta patria sagrada que se llama Venezuela", dijo, y remarcó que "la mejor manera de evitar la guerra es prepararse para ella".

Además (luego de elogiarlo por meses), Chávez lanzó una "advertencia" a su par estadounidense: "Señor presidente Obama, no se vaya a equivocar y vaya a ordenar usted una agresión abierta contra Venezuela usando a Colombia (...) Porque nosotros estamos dispuestos a todo, pero Venezuela no va a ser nunca jamás una colonia yanqui ni de nadie".

Venezuela vale aclararlo, no es colonia yanqui: Solo es el principal abastecedor de petróleo y el principal socio comercial de EEUU en la región.

Los datos oficiales demuestran que: A) EEUU es el principal cliente para las exportaciones venezolanas, particularmente las petroleras, B) Venezuela envía más de un millón de barriles de crudo diarios al mercado estadounidense, en gran parte a refinerías de su propiedad que alimentan el sistema de estaciones de servicio Citgo, también de propiedad venezolana, C) De EEUU proviene cerca de un tercio de las importaciones venezolanas, D)"EEUU representa el 50% de las relaciones comerciales de Venezuela con todo el mundo", según lo destacó el anterior presidente de Venancham, Edmond Saade.

No obstante, para Chávez, si EEUU agrediera militarmente a Venezuela "comenzaría la guerra de los 100 años y se extendería por todo el continente". "Que nadie crea que una guerra contra Venezuela va a ser sólo una guerra contra Venezuela. No estamos solos, tenemos un grupo grande de amigos", agregó.

El líder venezolano subrayó que su país fue "cauteloso" con el triunfo de Obama, hace un año, y pronto "se dio cuenta de la verdad. El imperio está ahí vivo y más amenazante que nunca", afirmó.

La crisis inflacionaria

En las antípodas del discurso militarista, de sus preocupaciones públicas por la "invasión imperial", una amenaza cierta y real se cierne sobre el gobierno de Chávez: La inflación y el colapso energético, englobados en un proceso de crisis económica general.

La inflación en Venezuela mantuvo una fuerte aceleración antes del período navideño, cuando se prevé que los precios repunten al compás del fuerte gasto de los consumidores durante las fiestas.

"Diciembre es un mes altamente inflacionario. En este resultado no hemos registrado aún el impacto del pago de las utilidades y aguinaldos", dijo el economista Pável Gómez, profesor de políticas públicas en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) en Caracas.

El Indice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) subió en octubre un 1,9 por ciento y acumula un alza del 20,7 por ciento en lo que va de año, poniendo en riesgo la más reciente meta del Gobierno de finalizar el ejercicio con una tasa de en torno al 26 por ciento.

La tasa anualizada fue del 26,7 por ciento, manteniéndose como la inflación más alta de América Latina.

La inflación venezolana, que superó el 30 por ciento el año pasado, supone una amenaza para la popularidad del presidente Hugo Chávez y podría ser un factor negativo en los comicios parlamentarios del 2010 en medio del débil panorama económico mundial.

Hugo Chávez ha calificado la consulta de 2010 de "vital" para mantener la marcha de su proyecto revolucionario de corte socialista y ha reconocido que necesita conservar la mayoría absoluta en el foro parlamentario.

Esa necesidad deriva de que mientras las leyes ordinarias pueden aprobarse por mayoría simple, las especiales necesitan del apoyo de los dos tercios de los asambleístas.

Chávez ha expresado su temor a que la oposición obtenga el suficiente número de escaños como para impedir la aprobación de leyes polémicas, lo cual, según sus esquemas, podría derivar en una conflictividad política capaz de desestabilizar al país.

La oposición, por su parte, ha señalado que podría hacerse con la mitad de los puestos parlamentarios y, de esa manera, administrar una cuota de poder que frenaría el rumbo marcado por Chávez. Sin embargo, para conseguir ese objetivo es imprescindible, según todos los analistas, que acuda unida a la cita electoral, algo que hasta ahora no ha logrado, a pesar de admitir que se trata de una condición indispensable para el éxito.

Según analistas, el Gobierno de Chávez no ha sabido implementar una estrategia efectiva contra la inflación, que tomó una fuerte inercia alcista tras cinco años de bonanza petrolera y una enorme liquidez en manos del público, agudizada por el control de cambios vigente desde el 2003.

Pese a que la economía de Venezuela se contrajo en el segundo trimestre del 2009 por primera vez en un lustro por la caída de los precios del crudo, producto de la crisis económica global, la presión inflacionaria se ha mantenido.

"En los 22 meses de INPC, la inflación mensual nunca ha estado por debajo del 1,2 por ciento, lo que muestra cuan profundamente está afianzada la inflación y también el fracaso de la estrategia gubernamental, o la falta de ella", dijo en una nota Alberto Ramos, analista de Goldman Sachs.

El promedio de la inflación mensual ha sido del 2,6 por ciento en los últimos 13 meses, sin que ninguna de las medidas anunciadas por el Gobierno haya surtido efecto más allá de bajas puntuales en el indicador mensual.

El gobierno chavista está realizando multimillonarias emisiones de bonos que permiten a empresas hacerse de divisas sin acudir al mercado paralelo para sus importaciones, donde el dólar cotiza a más del doble de la tasa fija, diferencial que luego aplican a los precios al consumidor inflando los precios.

Además, la inflación tiene un factor estructural negativo en el país socio de la OPEP, que importa la mayor parte de los bienes y servicios que consume. Expertos creen que el control de precios, que regula amplios rubros alimentarios, estaría desanimando la producción interna.


La crisis energética

Según escribe Humberto Márquez en la agencia IPS (Ver: Energía-Venezuela: A media luz), El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, presentó un panorama marcado por el "aumento en el consumo y derroche de energía", aunado a "fenómenos como El Niño (sequía derivada de trastornos climáticos originados por el calentamiento temporal de las aguas del océano Pacífico), que han disminuido el caudal de los ríos" que alimentan plantas hidroeléctricas.

Por ello, Chávez anunció que se debe ahorrar electricidad, pidió a los organismos públicos que disminuyan 20 por ciento del consumo, dijo que en el Palacio de Miraflores (sede del Gobierno) se apagarán más luces y equipos de aire acondicionado, y demandó a la cadena de centros comerciales Sambil que compren sus propias plantas generadoras.

Según el Ministerio de Energía, la capacidad eléctrica instalada del país alcanza los 23.367 Mwh, 63 por ciento de los cuales son aportados por la generación hidráulica y el resto por usinas térmicas impulsadas a vapor, a gas, con motores diesel y de ciclo combinado (vapor y gas).

Pero una cosa es capacidad instalada y otra efectiva. En Plantacentro, ubicada al noroeste de Caracas y nominalmente de 2.000 Mwh, apenas operan dos de sus cinco turbinas y entregan entre 500 y 800 Mwh. Igual problema se registra en el gigante complejo hidroeléctrico Guri, con capacidad para 10.000 Mwh, trabajaban este mes sólo 14 de sus 20 generadores.

La demanda de energía eléctrica en Venezuela fue de 14.000 Mwh en 2005, de casi 16.000 en 2006, de 15.500 en 2007, de 16.350 en 2008 y de 17.300 Mwh en lo que va de 2009, es decir, que ha crecido entre cinco y siete por ciento interanual.

El Estado venezolano "tiene con sus ciudadanos una deuda de 4.000 a 5.000 Mwh, equivalentes a la capacidad de generación de Ecuador y casi el doble de la Uruguay", dijo a IPS Víctor Poleo, viceministro de Energía durante los tres primeros años de gobierno de Chávez (1999-2001).

Para reponerla haría falta invertir, sólo en generación, unos 8.000 millones de dólares, más lo que se requeriría para incrementar anualmente la capacidad en unos 1.000 Mwh y sin contar inversiones en transmisión y distribución, según Poleo. Aller estima que el rezago de la última década requiere invertir 18.000 millones de dólares en cinco años.

En resumen, Chávez, si quiere ganar y conservar la mayoría parlamentaria en el 2010, tiene que desactivar la inflación (encarecimiento de los alimentos) y desalentar la demanda de sobreconsumo de energía para evitar que la infraestructura venezolana estalle y deje a Venezuela a "media luz".

Una tarea que requiere la creación de una estado de "emergencia nacional" que justifique medidas duras de restricción al consumo popular sin que le cuesten baja de popularidad e imagen.

"En vez de sangre sudor y lágrimas" (no aconsejable para ganar elecciones), Chávez optó por convocar a "prepararse para la guerra".

Una forma eficiente de "colocar el enemigo afuera", como dicen los psicólogos, con la cual el presidente venezolano busca ganar su propia guerra contra la crisis interna que lo desgasta y compromete seriamente su permanencia en el poder.